domingo, 2 de septiembre de 2018

JURAMENTO HIPOCRATICO




Juramento Hipocrático, que no ha sido superado en los 2.500 años transcurridos desde la vida de Hipócrates y que sigue siendo la guía excelsa del comportamiento médico, se mantiene válido porque en su elevada calidad personal refleja los conceptos básicos de devoción por el prójimo y de compromiso de servicio.

JURAMENTO HIPOCRATICO

Juro por Apolo Médico, por Asclepio, por Higiea y Panacea, por todos los dioses y diosas, poniéndolos por testigos, que cumpliré en la medida de mi capacidad y mi criterio el juramento y compromiso siguiente:
Tener a mi maestro en este arte en la misma consideración que a mis progenitores; compartir con él mis bienes y en caso de necesidad, transmitirle parte de los míos; tener a sus hijos como mis propios hermanos y enseñarles este arte si desean aprenderlo, sin honorarios, ni compromiso; transmitir los preceptos, enseñanzas orales y el resto de aprendizaje a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos comprometidos y juramentados según la ley médica, pero a ningún otro. Haré uso del régimen en beneficio de los enfermos, según mi capacidad y mi recto entender y, si es para su daño e injusticia, lo impediré. A nadie daré aunque me lo pida un remedio mortal, ni tomaré la iniciativa de proponer una cosa así. Del mismo modo, tampoco proporcionaré a una mujer un pesario abortivo.
De forma más pura y santa pasaré mi vida y ejerceré mi arte, no cortaré, por cierto, a los enfermos de piedra sino que los dejaré en manos de los hombres que realizan esa práctica. En todas las casas en las que entrare, lo haré en beneficio de los enfermos manteniéndome lejos de toda injusticia voluntaria, y de toda corrupción en general, y sobre todo del trato amoroso con mujeres u hombres, libres o esclavos.
Todo lo que viere o escuchare en el ejercicio de mi profesión, o fuera de ésta, en relación con la vida de los hombres, si ello no debe ser divulgado jamás, lo mantendré en silencio, teniendo tales cosas por secretas.
Por tanto, si cumplo este juramento sin quebrantarlo, que me sea dado disfrutar de la vida y de arte, honrado entre los hombres por siempre jamás. Pero, si lo violo y soy perjuro, que mi suerte sea la contraria.

ANALISIS:
En muchas escuelas de medicina, se continúa enseñado de manera explícita o implícita, los preceptos del Juramento Hipocrático, sin discutir el porqué de su elección ni analizar su contenido o su actualidad

Su análisis muestra que:

- La ética de los médicos hipocráticos fue formalmente religiosa.

- Invocaban a los dioses como testigos y no en auxilio para la cura de los enfermos.

- El compromiso asumido era con las deidades de su culto y no con los enfermos.

- Compartían sus bienes con sus maestros.

- Solo trasmitían sus conocimientos a quienes pertenecían a su culto.

- La medicina la ejercían como una práctica no remunerada.

- Entre el médico y el paciente existía una relación de poder del primero sobre el segundo.

- No realizaban prácticas quirúrgicas

El derecho a la autodeterminación del paciente y la responsabilidad civil, obligan al médico a brindar adecuada información sobre diagnóstico, pronóstico, alternativas terapéuticas y riesgos.
El necesario y exigible "consentimiento informado" del paciente supone que éste, comprenda la situación en la que ha de decidir.
La Declaración de la AMM sobre los Derechos del Paciente, versión 1995, comienza con esta afirmación: "La relación entre los médicos, sus pacientes y la sociedad toda, ha sufrido importantes cambios en los últimos años. Aunque el médico siempre debe actuar de acuerdo a su conciencia y en el mejor interés del paciente, se deben hacer los mismos esfuerzos a fin de garantizar la autonomía y justicia con el paciente"
También es cierto que actualmente todos los Códigos de Ética establecen que el médico puede elegir a sus pacientes, siempre y cuando en el sitio donde práctica, exista alguien que realice la misma especialidad o tenga conocimiento sobre el tema; esto confiere también una suerte de autonomía al médico que puede decidir a quien atiende y a quien no.

El avance en el conocimiento y la tecnología, con que la medicina se ha beneficiado, plantea nuevos problemas éticos. La reproducción asistida, el diagnóstico prenatal, la tecnología genética humana, la posibilidad de la producción de "bebés medicamento", la informática aplicada a la salud, las tecnologías que aumentan y alargan la calidad de vida, la cirugía de trasplantes son algunas de las discusiones éticas actuales en los países desarrollados.

Los valores fundamentales y los principios éticos de la medicina no cambian o al menos no deben hacerlo.
El Código Internacional de Ética Médica de la AMM menciona que entre las prácticas que se consideran conducta no ética, están:
-Permitir que su opinión sea influenciada por beneficio personal o discriminación injusta.
- Pagar o recibir cualquier honorario u otro emolumento con el solo propósito de obtener un paciente, o recetar, o enviar a un paciente a un establecimiento.
-Certificar lo que él no ha verificado personalmente.
-Dañar la relación médico-paciente de los colegas a fin de atraer pacientes.

La ética de Hipócrates se ha visto convulsionada por estos hechos ya que Hipócrates comprometió a los médicos de la Escuela de Kos con un principio incondicional de conciencia:
No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni haré semejante sugerencia.
Sobre la eutanasia existe diferencia de opinión entre las asociaciones médicas. En general, se la condena en todo el mundo, algunos países son neutrales, en otros, se trabaja en legalizarla y en pocos se la acepta.
El suicidio se juzga, cada vez más, como una respetable opción individual. Donde la ayuda al suicidio no representa hecho punible alguno, cada vez resulta más difícil poder mantener una condena en caso de muerte a petición; así, el juego de Jack Kevorkian, a quien se ha adjudicado el apodo de Doctor Muerte.
"...para suicidarse "dignamente" el enfermo terminal, con la ayuda "digna" del médico que se convierte en "digno homicida" al amparo de la sentencia de la corte. ¡Qué digna legalidad!"
El médico, que aparecía como un sujeto ético independiente, se ha tornado en simple auxiliar de la voluntad ajena
Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo.
La participación en el aborto, estuvo prohibida en los códigos de ética médica hasta hace poco, pero ahora en muchos países se lo ha despenalizado en ciertas circunstancias.
Según cifras de la ONU, de 193 países que forman parte de la organización, 189 permiten el aborto para salvar la vida de la mujer (solamente cuatro no lo permiten: Chile, El Salvador, Malta y la Santa Sede).
En los países en que se permite el aborto se sacrifica la ética profesional a la normativa jurídico-política.


Han pasado veinticinco siglos desde que Hipócrates en aquella Grecia tan distante, dictara los principios éticos que debieran seguir siendo la guía del comportamiento de todos los médicos.
A pesar de que muchas de las disposiciones del Juramento Hipocrático se han ido perdiendo con los siglos y más aún en este último, se necesita, hoy como ayer, de la proverbial confianza en la profesión médica, la cual se cimenta en el marco de la ética hipocrática.

JURAMENTO HIPOCRATICO MODERNO
En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, ante mis maestros y en esta Facultad de Medicina que me enseñó todo cuanto sé,  juro que:
  1. Consagraré mi vida al servicio de la humanidad.
  2. Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud.
  3. Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.
  4. La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo.
  5. Respetaré los secretos que me fueren confiados en todo aquello que con ocasión o a consecuencia de mi profesión pudiera haber conocido y que no deba ser revelado.
  6. Consideraré a mis colegas como a mis propios hermanos y no formularé a la ligera juicios contra ellos que pudieran lesionar su honorabilidad y prestigio.
  7. No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.
  8. No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la relación médico-enfermo restringiendo la libertad de elección, prescripción y objeción de conciencia.
  9. Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia.
  10. Respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica o experimental sin su consentimiento.
  11. No realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o atenten contra la dignidad humana.
  12. Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios y dicotomía se refiere.
  13. Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los niveles que me permitan ejercer la profesión con dignidad y seguridad.
  14. Si llegado el día en que mis conocimientos o facultades físicas o sensoriales no fueran las idóneas para el ejercicio profesional no abandonase éste voluntariamente, pido a mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a hacerlo.
  15. Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones.

El derecho a la salud y a la atención médica es diferente en distintos países; numerosas asociaciones nacionales e internacionales apoyan que todos los seres humanos tengan idénticas posibilidades de recibirla, mientras que otras están dispuestas a tolerar grandes desigualdades. Es compromiso del estado, la sociedad y los individuos lograr que estos derechos sean efectivos en forma justa y equitativa para todos.


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