Las
legumbres y los cereales contienen unas sustancias llamadas «lectinas», estas sustancias
son una mezcla de proteínas e hidratos de carbono que han producido las plantas
en su evolución para protegerse de depredadores, debido a la parte carbohidrato
de sus moléculas las lectinas pueden adherirse a cualquier tejido del cuerpo y
causar estragos en él, claro está que cuando comemos normalmente todas las
proteínas se descomponen en sus componentes básicos o aminoácidos y luego se
asimilan en el intestino delgado, las lectinas son diferentes; no se digieren
ni descomponen, sino que atacan a las células del intestino, donde tiene lugar
la absorción de los nutrientes, se sabe que las lectinas (o aglutininas) de los
cereales integrales, de la alubia roja, los cacahuete y las peores lectinas que se encuentran en el
trigo” gluten”, el maíz, los productos lácteos con caseína tipo A1 (la mayoría
de la leche de vaca), la soja sin fermentar, los anacardos, patatas, aumentan
la permeabilidad intestinal y dejan entrar en el torrente sanguíneo proteínas parcialmente
digeridas y restos de bacterias residentes en el intestino (el alcohol y las
guindillas también aumentan la permeabilidad intestinal).
Por
regla general, unas células inmunitarias especiales engullen de inmediato a las
bacterias y proteínas rebeldes, pero las lectinas son como caballos de Troya
celulares. Hacen los intestinos más fáciles de penetrar y deterioran la
capacidad del sistema inmunitario para combatir los fragmentos de alimentos y
bacterias que se filtran en el torrente sanguíneo.
Hemos
descubierto que, sorprendentemente, muchos fragmentos de bacterias comunes del
intestino están hechos de los mismos componentes moleculares básicos que se
encuentran en ciertas proteínas del sistema inmunitario y en algunos de los
tejidos atacados por éste.
Esta
triple coincidencia (de bacterias intestinales o proteína alimentaria, proteína
del sistema inmunitario y proteína de tejido corporal) podría confundir al
sistema inmunitario, induciéndolo a atacar los tejidos del propio cuerpo,
causando molestias gastrointestinales, daño celular, reacciones alérgicas y
diversas enfermedades entre ellas las autoinmunes.
Para
poder consumir las legumbres hay que cocinar y preparar correctamente:
Nunca
comer legumbres crudas o poco cocinadas porque pueden causar efectos tóxicos.
Para
cocinar los las legumbres y que sean seguras de consumir se debe:
• Remojar las legumbres por lo menos durante 12 horas antes de cocinarlas y cambiar el agua de remojo varias veces, puedes agregar bicarbonato de sodio al agua de remojo para mejorar el proceso de neutralización de las lectinas.
• Después de 12 horas enjugar las legumbres con agua limpia y eliminar el agua de remojo.
• Cocinar las legumbres a fuego alto durante 30 minutos, si utiliza olla de presión dejar pite una vez, bajar la temperatura y dejar que se termine de cocinar unos 45 minutos.
• Otros métodos o técnicas culinarias, como la fermentación eliminan las lectinas por acción bacteriana.
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Dra. Ibeth Sinmaleza M.
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