La perdida de grasa
corporal nos obsesiona y sin embargo sabemos muy poco sobre ella, debemos tener
claro que las grasas son esenciales para el buen funcionamiento del organismo,
necesitamos grasa porque forma parte de las membranas de nuestras células como bicapa
lipídica para los diversos procesos bioquímicos, protección y fluidez,
necesitamos grasas para que nuestro cuerpo produzca hormonas y porque es la
materia principal que compone nuestro cerebro.
¿En que se convierte la
grasa? Cuando ingerimos grasas nuestro cuerpo las convierte
en ácidos grasos y triglicéridos, además las
grasas contienen más energía por gramo que los carbohidratos, 9kcal/gr para
las grasas en comparación a 4kcal/gr para los carbohidratos esto
hace de la grasa el combustible mucho más eficiente para nuestro cuerpo.
¿Cómo
abandona nuestro cuerpo? se metaboliza en el
hígado (por medio de las mitocondrias que utilizan la energía de los
carbohidratos provenientes principalmente de las frutas y verduras) dando lugar a cuerpos cetónicos que se expulsan por medio de la respiración
y orina fundamentalmente"
Tenemos dos tipos de grasa
repartidas por nuestra anatomía: la esencial, necesaria
para un funcionamiento fisiológico normal (alrededor de un 3% en hombres y un
12% en mujeres); y la almacenada que es la reserva
energética acumulada por debajo de la piel y alrededor de los órganos internos,
un alto porcentaje de esta última puede traducirse en enfermedades cardiovasculares,
diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
Por
tal motivo se debe elegir alimentos saludables y saber que las grasas buenas
protegen y las grasas malas amenazan al buen funcionamiento del organismo,
además para ayudar a prevenir dicho daño se debe mantener un peso corporal
saludable con ayuda del ejercicio físico periódico.
LAS GRASAS SATURADAS carecen de dobles enlaces entre los átomos de carbono,
a temperatura ambiente son sólidas, casi siempre malas, se encuentran en
las carnes grasas (frituras), en los productos lácteos de la leche entera (mantequilla,
queso, nata), también pueden encontrarse los algunos productos vegetales como
aceite de coco y aceite de palma; se sabe que la mayoría de estas grasas
saturadas elevan el colesterol.
LAS GRASAS
INSATURADAS tienen al menos
tienen un doble entre los átomos de carbono, son grasas buenas, a
temperatura ambiente son líquidas, entre ellas tenemos las siguientes:
GRASAS MONO-INSATURADAS
se encuentran en el aceite de oliva, frutos secos y los aguacates, se sabe que
bajan el nivel de colesterol y previenen la obturación de las arterias o
aterosclerosis.
GRASAS POLI-INSATURADAS
son un conjunto menos claro, algunas son más beneficiosas que otras, entre las
grasas poliinsaturadas tenemos:
Las grasas
poliinsaturadas OMEGA- 3 (α-linolénico, eicosapentaenoico (EPA) y
docosahexaenoico (DHA)) interviene en el proceso de regulación y reducción de la inflamación,
evita que la sangre coagule demasiado y hace que fluya correctamente dentro de
las venas y arterias, reduce las citoquinas (implicadas en los procesos de
inflamación), mejora la respuesta de la insulina, y regula la producción de
prostaglandinas.
Los alimentos ricos en omega-3 son el pescado azul (salmón, trucha), aceite de canola, las semillas como la chía, el lino, las pipas de calabaza, las nueces y las algas
Las
grasas poliinsaturadas OMEGA- 6 (linoleico y
araquidónico) tienen un papel muy importante en la estructura, protección y regulación
de las células, regula el metabolismo, promueve la respuesta inmunológica,
regula la coagulación de la sangre y contribuye al equilibrio de perfil lipídico.
Los alimentos ricos en omega-6 son mucho más
habituales: aguacates, legumbres, semillas, frutos secos, los aceites vegetales
que usamos para cocinar o que se encuentran en alimentos procesados como el
aceite de girasol, de maíz o de soja.
No olvidemos
que las grasas poliinsaturadas OMEGA. 6 no son buenas cuando se consume en
exceso a expensa de las grasas omega- 3.
DESEQUILIBRIO ENTRE ACIDOS GRASOS OMEGA- 3 Y OMEGA- 6
Recordemos que la fluidez
de nuestras membranas celulares requiere ácidos grasos de cadena larga que
además tengan insaturaciones, porque los ácidos grasos saturados disminuyen
esta característica vital
Un consumo elevado de alimentos ricos
en omega-6 acompañado de un bajo consumo de alimentos ricos en omega-3 provoca
un fuerte desequilibrio entre ambos ácidos grasos.
Alguno de los síntomas o consecuencias que podemos experimentar debido al desequilibrio entre el omega-3 y el omega-6 son:
·
Dolor e inflamación crónica
·
Endurecimiento de las arterias
·
Cardiopatías
·
Desequilibrios hormonales
·
Enfermedades autoinmunes
·
Afecciones respiratorias
·
Problemas de coagulación de la sangre
La descompensación entre estos ácidos grasos provoca
inflamación que es el gran mal del mundo moderno y es una de las
principales causas del deterioro de nuestra salud y lo mejor que podemos hacer
para prevenir daños en nuestra salud es realizando ejercicio físico periódico juntos
con una dieta rica en alimentos originales de la humanidad: frutas, verduras y
carnes magras.
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ibeth_violeta@hotmail.com.
Dra. Ibeth Sinmaleza M.
SALUD BIOSPICOSOCIAL
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