Se denomina SACAROSA
a la también llamada azúcar de mesa (blanco o moreno). La sacarosa es un
disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa que se obtiene
principalmente de la caña de azúcar o la remolacha, entre otros, estos alimentos
naturales que no son manipulados por las industrias contienen fibra, vitaminas
y minerales que son indispensables para nuestra salud, pero al ser procesados
estos últimos disminuyen o son destruidos. En alimentos industrializados el
porcentaje de azúcar “SACAROSA PURA” puede llegar al 95% -80%. La OMS
recomienda que el azúcar no supere el 10% de las calorías diarias consumidas.
El azúcar de mesa blanco
o moreno, es un carbohidrato simple refinado y procesado/ultraprocesados “sacarosa
pura”, que rápidamente alcanza el torrente sanguíneo en forma de glucosa o
energía altamente disponible, provocando una brusca elevación de la glucosa en
la sangre y junto a esta la liberación de insulina en grandes cantidades,
estimulando el almacenamiento de grasas que con el tiempo se trasforma con un
sobrepeso u obesidad, relacionado con la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares,
como también con problemas gastrointestinales y caries dentales.
El proceso por el que el
azúcar se transforma en grasa se llama novo lipogénesis y hace que los cerdos
que solo se alimentan de cereales generen grasa y engorden. De esta misma
forma, cuando los seres humanos nos nutrimos y consumimos azucares se da un
proceso en el hígado que transforma la glucosa en grasa.
El azúcar si engorda,
aunque no se convierta directamente en grasa, si lo hace de forma indirecta. El
exceso de carbohidratos simples refinados “azúcar” tiene un efecto
doble, dispara el nivel de insulina y produce una pausa en la oxidación de la
grasa.
No es lo mismo el
azúcar de las frutas que el de los productos procesados.
Las frutas contienen fibra y los productos procesados tienen azucares libres
los mismos que afectan drásticamente a nuestra salud.
Cada gramo de carbohidratos tiene aproximadamente 4 calorías. Una cucharada de té de azúcar tiene cerca de 5 gramos de carbohidratos o 20 calorías. Una cucharada de azúcar tiene cerca de 15 gramos de carbohidratos o 60 calorías. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los adultos con un indice de masa corporal normal (18,5 a 24,9) reducir el consumo de azúcar al 5% de la ingesta calórica diaria, equivalente a unos 25 gramos al día.
¿Qué engorda
más el azúcar o la grasa?
Normalmente, los
alimentos ricos sólo en grasa nos permiten la autorregulación del apetito; por
ejemplo, sólo se puede comer una cierta cantidad de mantequilla pura; el cuerpo
no tarda en decir «aj», se siente saciado y uno deja de comer.
Pero cuando la
grasa va combinada con un carbohidrato muy glucémico, se puede continuar
comiendo hasta mucho después de lo que normalmente uno se sentiría saciado.
La grasa sabe
mejor combinada con el carbohidrato que sola (sobre todo si a la mezcla se le
añade sal y azúcar); por lo tanto, uno come más.
Pero el
carbohidrato de alto índice glucémico también engaña al cuerpo haciéndolo creer
que continúa con hambre.
Cuando comemos un
donut, por ejemplo, los carbohidratos muy glucémicos suben rápidamente el
nivel de insulina en la sangre; al mismo tiempo tiende a bajar el nivel
de una hormona llamada «glucagón». Estos cambios químicos producen una cascada
de efectos que pueden dañar el metabolismo al limitar el acceso del
cuerpo a sus dos principales combustibles metabólicos: la grasa y la glucosa.
La otra consecuencia importante de estos cambios químicos es la hipoglucemia,
es decir bajo nivel de azúcar en la sangre lo cual paradójicamente estimula el
apetito, provocando hambre, aunque uno haya recién terminado de comer.
Estos
alimentos ricos en grasa y en carbohidratos de elevado índice glucémico
perpetúan un círculo vicioso de sentir hambre, comer y nunca sentirse
satisfecho. Producen excesivas subidas en los niveles de azúcar e insulina en
la sangre y favorecen un rápido aumento de peso.
Lo contrario sucede cuando
ingerimos bajos niveles de carbohidratos simples refinados “azúcar”
estamos produciendo menos insulina y de esta manera impedimos los altibajos del
nivel de azúcar en la sangre, lo que conlleva a que una persona coma menos y
baje de peso.
Es la reducción del total
de calorías (consumo de los carbohidratos simples refinados) la que baja los
niveles de colesterol total, el nivel de lipoproteínas de baja densidad
(colesterol malo LDL), causa la disminución de los triglicéridos en sangre y
aumento del colesterol bueno (HDL lipoproteínas de alta densidad).
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Dra. Ibeth
Sinmaleza M.
SALUD
BIOSPICOSOCIAL
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