La sal cristalina natural
es la única roca comestible, que procede tanto del mar primario (que se evaporó
hace millones de años) como de las montañas y contiene los 84 elementos que
compone el cuerpo humano en su proporción exacta y cuyas frecuencias no han
sido modificadas (manipulación industrial), porque pertenecen a la estructura
geométrica natural, esto nos permite conseguir de ella energía vital.
Poca gente sabe que la
composición de la sangre que fluye por más de los 90.000 kilómetros de nuestras
venas, arterias y capilares es idéntica al agua salina del “mar primario”,
hasta el punto de que son muchos los investigadores que vienen denunciando
desde hace décadas que en lugar de transfusiones de sangre (acción que conlleva
hoy tantos riesgos) se puede introducir en el enfermo que lo requiere, agua de
mar purificada en lugar de sangre ajena; claro que esto no lo permitirá el “negocio”
actual que se hace con sangre humana.
La sal
cristalina contiene los 84 elementos que se encuentran en nuestro organismo: calcio,
aluminio, azufre, arsénico , bario, boro, bromo, carbono, cesio, cobalto,
estroncio, magnesio, potasio, sodio, flúor, fósforo, hierro, litio, manganeso,
mercurio, molibdeno, níquel, nitrógeno, oro, plata, paladio, radio, rubidio,
selenio, silicio, torio, uranio, vanadio, yodo, titaneo, zinc, etc; con ayuda
de estos elementos esenciales nuestras células encuentran el camino de regreso
a un estado curativo primitivo lleno de energía.
Tenemos un
problema en la actualidad, tanto los mares como los océanos (un litro de agua
marina contiene entre 33 y 39 gramos de sal) tienen un alto nivel de
contaminación como los plásticos y especialmente a causa de los hidrocarburos
del petróleo y de la acumulación de metales pesados como el mercurio, el plomo,
el cadmio y el arsénico, entre otros. Tóxicos que hacen que la sal marina, aun
siendo mejor que la sal refinada de mesa, en la actualidad no tenga el mismo
efecto positivo que tenía en el pasado. De hecho, la única sal pura y completa
de la tierra se encuentra hoy únicamente en los lugares donde hace millones de
años se secaron los mares primarios: las
minas terrestres. En ellas esta
la única sal que contiene todos los elementos que se encuentran en nuestro
cuerpo y, que debidamente mezclada con agua, nos ofrece toda su energía
almacenada junto con su contenido en biofotones.
Existen dos
tipos de sal cristalina: la que compone el 95% de la mina llamada “sal gema” (aquella
que no ha recibido la suficiente presión) y otra que se encuentra en la forma
de veta y que tiene forma cristalina: la “sal cristal de roca” (aquella que fue
expuesta a enormes presiones durante millones de años provocando un estado de
roca / coloidal). Este es el motivo del porque nuestras células sólo
pueden absorber lo que existe de manera orgánica y coloidal, por tal
motivo el aprovechamiento de los elementos de la sal gema es mucho menor que el
de la sal de cristal. Ambos tipos de sal ya se la gema o la sal cristalina de
roca, son naturales y contienen los 84 elementos ya mencionados y, por tanto,
son de mucho valor que la sal de mesa industrial.
La “sal cristal de roca”
esta en la naturaleza en forma de vetas o filones cristalinos de color blanco
transparente, rosado o rojizo en las minas, rodeadas de sal gema, vetas que
suelen suponer el 1% de toda la mina y se deben además extraer manualmente (sin
medios mecánicos), para no alterar su estructura por lo que su explotación ha
sido hasta hoy muy limitada al ser poco rentable.
Entre los tipos de sal cristalina tenemos:
SAL ROSA HIMALAYA.-
Formada a alta presión bajo las montañas hace 250 millones de años del
Himalaya, libre de polución y sin ningún proceso de refinado, no contiene
aditivos añadidos. Contiene 84 elementos esenciales para la vida, el grado de
compresión bajo las montañas ha creado una perfecta estructura cristalina en la
sal, lo cual ayuda a mantener el equilibrio natural del cuerpo. Esta sal
que tiene un color rosado, al ser gema, no tiene el regusto amargo como la sal
marina.
SAL NEGRA HIMALAYA. - Sal negra del Himalaya, también conocida como sal negra,
Kala Namak, black salt, Sulemani Namak o Kala loon, la sal negra del Himalaya
es un tipo de sal mineral de roca no refinada muy especial y con menos poder de
salar que la sal común. Proviene del Himalaya y tiene un distintivo sabor
sulfuroso. Su paladar es totalmente diferente a la sal marina o la sal de mesa,
ya que su composición química tiene compuestos de azufre y contiene trazas
de varios minerales, junto con el cloruro de sodio, de potasio y hierro.
Según la ciencia médica clásica Hindú, el Ayurvreda, la Sal Negra del Himalaya
tiene grandes beneficios terapéuticos, es muy rica en hierro, ayuda a la
digestión y es muy buena para las flatulencias y el ardor de estómago.
SAL DE VILLENA. - Sal de río 100 % natural. Secada
al sol Mediterráneo y al viento del corredor de Villena, molturada
artesanalmente en molino de piedra. Esta sal es muy rica en oligoelementos.
SAL DE AMBARES DEL EOCENO. - A mediados de la época
geológica del Eoceno, hace entre 50 y 40 millones de años, acontecieron varios
cambios climáticos en la Tierra en la que se formaron las cordilleras más
importantes, entre ellas la del Pirineo. En ese momento el mar que cubría la
mayor parte de lo que hoy es la Cordillera Ibérica se retira y deja yacimientos
de yesos, minerales y arcillas rojas. Hoy extraemos de allí, a 700 metros de
profundidad, una sal llena de potasio y baja en sodio que conserva
grandes propiedades y está libre de contaminantes marinos. Se escogen los
cristales sin ningún proceso de refinado, lo cual significa que conserva todos
los minerales que contendía el antiguo mar, especialmente el potasio. Estos
cristales se deshacen rápidamente en la boca dejando un sabor suave y duradero.
SAL AROMA DEL MONCAYO. - La sal de aromas del
Moncayo como su propio nombre indica tiene los sabores de las hierbas
aromáticas que hay en el Moncayo como el tomillo, lavanda, laurel y romero.
SAL VINO CENTENARIO DE GARNACHA. - Sal marina sin refina con vino de Borja.
Delicados pétalos de sal de Manatial fusionados con la elegancia del vino de
Garnachas Centenarias del Campo de Borja.
El consumo regular de la
sal cristalina puede aliviar numerosas enfermedades, para ello basta tomar en
ayunas cada mañana una pequeña cucharada de café de la solución salina (máximo
dos) mezclada con agua mineral. Su preparación es sencilla basta con echar un
poco de agua mineral en el frasco en el que se comercializa la sal en forma de
rocas de cristal y en poco tiempo el agua se convertirá en una solución salina
con la proporción exacta de los 84 elementos mencionados, déjela allí ya que
una vez saturada la sal los cristales no se seguirán disolviendo. Tomar en
cuenta que lo importante no es tanto la cantidad sino la periodicidad de la
ingesta.
Desde el punto de vista
bioquímico, la sal cristalina estimula en unos poco minutos la actividad gastrointestinal
(peristáltica) y esa activación, a su vez, estimula el metabolismo y la
digestión; además restablece el equilibrio electrolítico mejorando la
conductividad en nuestro cuerpo con la consiguiente mejora de la circulación y/o salud vascular; también se consigue el
equilibrio entre lo ácido y lo alcalino (equilibrio del pH celular); se elimina
metales pesados como el mercurio, el plomo, el arsénico, la amalgama y los
depósitos calcáreos ya que la sal cristalina es capaz de romper uniones
moleculares, todo esto conlleva a que una ingesta diaria de sal de cristal
implica someter al organismo a una verdadera cura de desintoxicación.
Las propiedades de
desintoxicación de la sal de cristal en la etapa inicial pueden empeorar los
síntomas que se tiene o incluso aparecer otros nuevos, no tenemos que
preocuparnos es NORMAL.
También puede aparecer
diarreas por su efecto laxante, pero, aunque sea desagradable es señal de que
está teniendo lugar la purificación de intestino.
En el caso de
enfermedades reumáticas como la gota, la artritis y la artrosis, como también
con las piedras renales y de la vesícula biliar; es decir en enfermedades donde
ya se han formado cristales, debe tomarse la solución salina durante varios
meses (hace falta tiempo para que el organismo disuelva los depósitos y los
elimine).
La sal de cristal además
puede ayudar a resolver calambres musculares y problemas digestivos, hepáticos y
biliares, problemas pulmonares, es eficaz en muchas afecciones cutáneas,
combate el envejecimiento, mejora loa hábitos del sueño, brinda una mejor
hidratación, ayuda al fortalecimiento de los huesos, mejora el deseo sexual y ayuda en las típicas
molestias de la mujer como la menstruación, el síndrome premenstrual, los
dolores de bajo vientre, el flujo acompañado con picores, el ardor o la vagina
seca porque la sal destruye bacterias, hongos y virus e impide su propagación.
Y es también útil para la higiene de la boca ya que evita la formación de sarro
y caries.
¿Crees que hay razones
para ingerirla?
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Dra. Ibeth
Sinmaleza M.
SALUD
BIOSPICOSOCIAL
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